La muerte del Cardenal Posadas: ¿accidente o asesinato? Parte 1

El capítulo 5 de la tercera temporada de Narcos: México gira alrededor de la muerte del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo. Mientras que la serie da a entender que el Cardenal Posadas muere al quedar atrapado en medio de un tiroteo entre el Cártel de Tijuana y el Cártel de Sinaloa, los hechos cuentan otra historia.

El 24 de mayo de 1993, poco antes de las 4 de la tarde, el Cardenal Posadas llegó al Aeropuerto Internacional de Guadalajara para recibir al representante del Vaticano en México, Girolamo Prigione. Sin embargo, nunca lograron encontrarse debido a que el Cardenal fue asesinado antes de salir de su automóvil, al recibir 14 impactos de bala entre las piernas y el tórax. Junto a él también fueron asesinados su chofer, Pedro Pérez Hernández, y otras 5 personas.

Horas después de que se dio a conocer la muerte del Cardenal Posadas, la Procuraduría General de la República (PGR) manejó la versión de que habían matado al Cardenal al quedar atrapado en medio del fuego cruzado entre los cárteles de los Arellano Félix y de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Inmediatamente surgieron dudas sobre la hipótesis inicial de la PGR. El automóvil recibió 57 impactos de bala. La investigación forense, a cargo de Mario Rivas Souza, concluyó que los disparos recibidos por el Cardenal y su chofer habían sido “directísimos” y a un metro de distancia. Lo que llevó a más de uno a pensar que, en realidad, el Cardenal sí había sido el objetivo principal.

A raíz de los cuestionamientos, la PGR manejó una segunda versión. En ese momento, el procurador Jorge Carpizo afirmó que en realidad el Cardenal Posadas y Pérez Hernández habían sido confundidos por el mismísimo Chapo y uno de sus hombres. De acuerdo con las autoridades, el Cardenal Posadas –hombre de 67 años, vestido como sacerdote, con el pelo casi blanco y una complexión física alta y robusta– fue asesinado debido a las “similitudes físicas” con El Chapo, que en ese entonces era un hombre joven, delgado y de baja estatura.

Debido a lo increíble de esta versión, la nueva hipótesis de la PGR causó aún más dudas en el público. Si bien las autoridades afirmaron que el Cardenal llegó al aeropuerto en un coche igual (mismo modelo y color) al que llevaría El Chapo, la comunidad católica y los ciudadanos mexicanos señalaron que si los disparos fueron tan cerca como se había señalado anteriormente, entonces era prácticamente imposible haber confundido a los dos hombres. Esta idea de confusión quedó completamente descartada cuando José Antonio Ortega Sánchez, abogado del Arzobispado de Guadalajara, aseguró que durante el ataque uno de los testigos alcanzó a escuchar que uno de los sicarios dijo: “ya chingó a su madre el curita”.

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