Uno de los sucesos más importantes en la serie Narcos: México es cuando la periodista de La Voz, Andrea Núñez, descubre que el General Rebollo, el Zar Antidrogas, había estado trabajando para el Cártel de Juárez a cargo del Señor de los Cielos, Amado Carrillo. El descubrimiento de Núñez desata una serie de eventos que culminan con el despido y arresto del General y la muerte Carrillo.

Al ser un militar que supuestamente tenía una reputación impecable, el arresto del General causó conmoción entre la población mexicana. Muchas preguntas y especulaciones surgieron alrededor de su arresto. Desde ese momento, tanto Gutiérrez Rebollo como su familia insistieron en que le tendieron una trampa y que nunca había tenido contacto con narcotraficantes.

En la serie, el General es acusado de estar en la nómina del Cártel. En la vida real, se le acusó de recibir sobornos, obstruir la justicia, facilitar el transporte de cocaína y ser cómplice de tráfico de armas.

Hasta el último día de su vida, el General Gutiérrez Rebollo sostuvo que era inocente y que su captura se dio únicamente por intereses políticos. En febrero de 2011, Gutiérrez Rebollo tuvo una entrevista con la periodista Isabel Arvide en la que declaró:

Le estorbaba a Cervantes Aguirre… por eso todo, por eso me quiso matar. Que no se hagan… todo está en mi expediente… con que quieran verlo, a todos agarré, de todos colores y sabores, de todos los cárteles, me cansé de dar buenos resultados, ahí están todos a los que me fui contra ellos. Mi general Riviello decía: usted se mete demasiado a fondo, allá usted sabe. Por igual contra unos y otros. O ya se olvidaron de que yo agarré al “Güero Palma”. ¿Y de quién era segundo ese cabrón?… Pues de Amado. Y luego que no se hagan si la única vez que agarramos a Amado fui yo.

En la misma entrevista, Gutiérrez Rebollo acusó al suegro del presiente Ernesto Zedillo de tener vínculos con el cártel de Colima de los hermanos Amezcua, conocidos como los Reyes de las Metanfetaminas:

Ahí está la información concreta de una relación que no se ha investigado a fondo, que se da entre la familia Velasco, el suegro del presidente Ernesto Zedillo, con los Amezcua. (…) No hay pruebas concretas, yo sólo estuve dos meses ahí, antes no tuve nada que ver en eso… Fue una investigación que me pidió la DEA directamente, ellos querían que yo la hiciera desde mi oficina porque en la PGR la gente de Madrazo [Cuéllar] se había clavado la lana que le daban los gringos para hacer ese trabajo.

Incluso, Gutiérrez Rebollo señaló que en realidad habría sido el secretario de la Defensa Nacional, el General Enrique Cervantes, el que iba a recibir el soborno de 60 millones de dólares de Amado Carrillo en 1997, que dicha suma fue entregada en una reunión con los Arellano Félix y Amado Carrillo y que una parte de ese dinero “se transportó en una patrulla de la Policía de Caminos asignada a Los Pinos.”

Entonces, como en varios de los capítulos de la tercera temporada de Narcos: México, queda la duda: ¿quién estará contando la verdad sobre el arresto del General Gutiérrez Rebollo? ¿El gobierno? ¿La serie? ¿el mismo General? O acaso existe otra versión que ninguno de nosotros conozca.